Ernst Jünger

Ernst Jünger

Ernst Jünger

Ernst Jünger (1895-1998) fue un prolífico escritor, intelectual y soldado alemán que desarrolló una extensa obra a lo largo de su vida centenaria. Ya desde muy joven se siente impulsado por la acción y comienza a militar en la organización juvenil Wandervögel, donde se inicia como escritor a través de la prosa poética. Su ímpetu juvenil y búsqueda permanente de la acción y la aventura le lleva a enrolarse en la Legión Extranjera, es un pequeño ensayo de su participación en la Gran Guerra (1914-1918), de cuyas vivencias en el frente del oeste nacerá Tempestades de acero (1922).

Condecorado por su heroísmo en combate con las más altas condecoraciones, tras la guerra se matricula en la Universidad de Leipzig en la Facultad de Ciencias Naturales. También cursa estudios de filosofía y psicología. Tiene un papel importante durante la Revolución Conservadora alemana y pese a moverse en ambientes cercanos al nacionalsocialismo al que terminará oponiéndose. En esos años conoce en Berlín a Joseph Goebbels, Friedrich Hielscher, Ernst Niekisch, Ernst von Salomon, Carl Schmitt y, especialmente Martin Heidegger, a quien le unirá una amistad hasta el final de sus días. Durante esta época publica El trabajador (1932). Posteriormente, y bajo sospecha dentro del régimen nacionalsocialista Ernst Jünger escribirá Sobre los acantilados de mármol (1939) en lo que es una crítica velada a los totalitarismos.

Tras la guerra tendrá algunos problemas con los tribunales de desnazificación con el gobierno militar inglés. En la inmediata posguerra publica sus Diarios 1941-1945 y Heliópolis (1949), y Acerca del nihilismo: Sobre la línea (1950), obra en la que reflexiona sobre el nihilismo en diálogo con Heidegger.

No obstante, la experiencia más destacada de posguerra sucede tras conocer a Albert Hoffman, el sintetizador del ácido lisérgico (LSD), y las experiencias de Jünger con las drogas, de ellas nacerá la obra Acercamientos: Drogas y ebriedad (1950). Otras obras de esta época son La emboscadura (1950) que junto a la posterior Eumeswil (1978), que le sirve para completar la tríada de figuras del Trabajador, el Rebelde y el Anarca, que conforman la síntesis del pensamiento jüngueriano. En lo posterior son especialmente destacables sus Diarios, que comprenden fechas que abarcan el periodo 1965-1996 en sucesivos volúmenes. Dos años después, con 102 años Ernst Jünger muere en su casa de Wilflingen.