Diorama filosófico
Problemas del espíritu en la Italia de entreguerras 1934-1935
Marco Tarchi
Editorial: Hipérbola Janus
Año: 2024 |
Páginas: 420
ISBN: 978-1-961928-11-4
Nos complace presentar a nuestros lectores un trabajo que ha comprometido nuestros esfuerzos durante largos meses, y que tiene una importancia fundamental en nuestras contribuciones a la difusión del pensamiento evoliano. La obra en cuestión se trata de Diorama filosófico: Problemas del espíritu en la Italia de entreguerras 1934-1935, un trabajo de compilación y preparación emprendido durante los primeros años de la década de 1970 por Marco Tarchi, un prestigioso profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Florencia, en el que nos ofrece una brillante introducción para contextualizar la historia de esta peculiar publicación, que es muy representativa de las múltiples tendencias político-ideológicas, de las potencialidades y corrientes que coexistían o convivían en el seno de la Italia del Ventennio.
Julius Evola fue el director de las páginas de Diorama filosófico cuya existencia y publicación se extendió entre 1934 y 1943, durante algo más de una década en la que en principio la periodicidad de la publicación fue quincenal, y posteriormente mensual. Durante este intervalo de tiempo la publicación se vio afectada por el desarrollo de la guerra, y pese a verse interrumpida, fue un ejemplo del esfuerzo por dar continuidad a una serie de trabajos que representan el mayor compromiso adquirido por el Maestro romano para influir en el devenir de las orientaciones de la política fascista de Benito Mussolini. Además, Evola pudo trabajar con total libertad en la planificación de la publicación, algo que debió a la complicidad alcanzada con Roberto Farinacci porque el autor tradicionalista nunca estuvo afiliado al Partido Nacional Fascista.
Diorama filosófico, como era de esperar, siempre se movió en los parámetros del tradicionalismo, abordando las problemáticas que se derivaban de su interpretación del mundo y los hechos contingentes de su tiempo. Por otro lado, los temas «culturales» primaron por encima de aquellos puramente políticos, y cada número supuso un sinfín de dificultades para dar continuidad al trabajo iniciado, encontrando numerosos obstáculos como la escasa disposición de muchos autores a colaborar, y probablemente cierta tensión en las relaciones con el régimen, que ya venían de lejos, como sucedió en los tiempos de La Torre, y que siempre fueron un rasgo distintivo de las relaciones entre Julius Evola y el fascismo. Otra de las causas de estas dificultades las podemos hallar en el propio carácter del barón romano, con un marcado radicalismo y sentido aristocrático que le impulsó a dar mayor relevancia a la cualidad del discurso por encima de la cantidad, para no rebajar un ápice el nivel de la doctrina, y para sortear los riesgos de caer en vulgarizaciones y mixtificaciones. Por otro lado, el propio Evola era consciente de que representaba un elemento difícilmente clasificable en el mundo cultural y político italiano de la época.
Las páginas de Diorama fueron un reflejo de la propia naturaleza del autor, por su heterodoxia respecto a la línea marcada por el régimen y por la voluntad de ejercer una influencia en el propio poder político y sus acciones a medio y largo plazo. No se trataba de un órgano de expresión del régimen sin más, sino que desarrollaba sus actividades con plena autonomía, y prueba de ello lo tenemos en la diversidad de autores que colaboraron activamente en ella, que procedían de ambientes ideológicos muy diferentes como veremos a continuación. Y quizás lo más sorprendente en este sentido vino de los grandes contrastes entre los propios autores, llegando a participar judíos, personalidades contrarias al nacionalsocialismo, no afiliados al partido fascista, monárquicos etc. Aunque es cierto que más o menos podríamos englobarlos a todos bajo una etiqueta de «derecha», tal y como define el término el propio Julius Evola en El fascismo visto desde la derecha, es decir, una derecha propiamente tradicional y purgada de todo elemento liberal o burgués, contraria a los principios que inspiraron la Revolución Francesa y el advenimiento de la modernidad.
El objetivo de Diorama no era otro que el de servir como base y plataforma para articular fundamentos para la acción del régimen de Mussolini, en una acción que podríamos calificar como «rectificadora» en muchas de las derivas que el fascismo había experimentado desde su conquista del poder. Entre los alemanes destacaron, por ejemplo, dos autores de la Revolución Conservadora alemana como Othmar Spann y Gottfried Benn, de posturas abiertamente aristocráticas y adheridos al sentido prusiano de la vida, gozaron de amplia difusión en la expresión de sus ideas y obras, especialmente en su país natal. Sin embargo, Evola en muy raras ocasiones se sirvió de aquellas figuras más representativas y enérgicas en la defensa del régimen fascista, sino que amplía su espectro de colaboradores a esa «derecha tradicional» que trasciende las filiaciones político-ideológicas del momento para conformar un frente que podríamos calificar de autores antimodernos. Otros autores alemanes, como Wilhelm Stapel, director de la revista Deutsches Volkstum, Friedrich Everling, ex-diputado monárquico del Reichstag o bien el príncipe Karl Anton Rohan, que ejercía una notable influencia sobre los círculos vieneses de la Derecha a través de la Europäische Revue, todos ellos representantes de esa línea monárquico-aristocrática y elitista propia de la publicación italiana. No obstante la participación, como ya hemos dicho, era muy heterogénea, y también encontramos a autores como Sir Charles Petrie, también monárquico, pasando por el judío alemán exiliado Karl Wolfskehl, o el historiador suizo Gonzague de Reynold, que formaban parte de una línea más nacionalista o G.A. Fanelli, periodista y corresponsal de Il Popolo d’Italia y posteriormente director de Il Secolo Fascista entre 1931 y 1935, y fuertemente vinculado al régimen de Mussolini.
Los problemas y temáticas que se abordaron fueron amplios y diversos, y desde los temas propiamente tradicionales, problemas de naturaleza espiritual, de los valores típicos de la sociedad moderna (individualismo, materialismo, procesos regresivos ligados a la modernidad etc), o cuestiones concernientes a la formación de una élite espiritual, temas en los que el propio Julius Evola y René Guénon se centraron especialmente, éste último también escribió bajo el pseudónimo de «Ignitus», en este tipo de asuntos. Las visiones de la moral, del papel de las ciencias y las artes, la crisis del liberalismo, los nuevos retos y encrucijadas que planteaba la época, y aspectos relacionados con el régimen mussoliniano y el fascismo, especialmente a través de autores como Guido Cavallucci o Carlo C. Rossi de Lauriano, que estaban más vinculados a las élites fascistas.
Sin lugar a dudas hay una propuesta, un modelo de civilización alternativo se perfila en los textos que se tratan ampliamente en el presente volumen, donde vemos una Weltanschauung alternativa frente al modelo liberal y burgués que representaba ya entonces la creciente americanización del mundo, junto al bolchevismo, que también era percibida como otra amenaza en paralelo sobre la Europa de la época.
Metapolítica, Tradición y Modernidad
Antología de artículos evolianos
Julius Evola
Editorial: Hipérbola Janus
Año: 2020 |
Páginas: 370
ISBN: 979-8572407778
Vemos incluso la reivindicación de las fuerzas del espíritu a través de la práctica del deporte, del alpinismo, como el propio Evola postulaba en sus Meditaciones en las cumbres y que encuentra un buen complemento en los escritos del alpinista y escritor esotérico Domenico Rudatis, un destacado montañero de la época cuya influencia en otros alpinistas posteriores, como Reinhold Meissner, fue decisiva. Pero por encima de todo hay una crítica hacia una mentalidad, hacia un sistema de valores y visiones del mundo, en el que confluyen los dos modelos de civilización que monopolizarían los conflictos posteriores a 1945, Estados Unidos y la Unión Soviética. Y la voluntad para proporcionar herramientas e instrumentos para superar las falsas antítesis y dicotomías que plantean ambos, los vemos reflejados en la defensa del Espíritu sobre la materia, en la destrucción de los postulados de raíz humanista, mecanicista y el sentido liberal y burgués de la existencia, expresado a través de la cultura, la política y cualquier otro dominio de la realidad. Obviamente el examen de estos temas se vinculó a la experiencia política del fascismo, al corporativismo, al Estado ético, a la concepción del arte del fascismo o la idea de romanidad, que trata especialmente Edmondo Dodsworth o Massimo Scaligero.
Así nos encontramos también varios saberes y conocimientos concurriendo en las páginas de Diorama, a través de la filosofía, la religión, la literatura, la historia o la política, materias en las que muchos de sus colaboradores son especialistas autorizados. Es indudable que Julius Evola quiso operar una «acción rectificadora» sobre el fascismo, sobre el cual había desarrollado en su momento sus críticas, especialmente en aquellos aspectos más modernos, como la concurrencia de las masas, con la consecuente incidencia de elementos colectivistas, el individualismo, derivaciones materialistas, y poder extraer todas las potencialidades que el fascismo podría contener encauzándolo hacia los objetivos propios del tradicionalismo. Su proyecto pretendió aglutinar a la élite de la cultura europea del periodo de entreguerras, a aquella afín a sus postulados, para pertrechar una alternativa verdaderamente aristocrática y de élite frente a liberalismo y comunismo. El régimen de Mussolini debería haber puesto en valor la formación de un verdadero espíritu de élite, integrado por aquellos elementos válidos de la aristocracia italiana, con un marcado y radical carácter antiburgués.
Monarquía, Aristocracia y Ética elitista
Antología de artículos evolianos 1929-1974
Julius Evola
Editorial: Hipérbola Janus
Año: 2022 |
Páginas: 316
ISBN: 979-8846898066
El ensayo introductorio de Marco Tarchi nos ayuda a poner en contexto no solo Diorama filosófico, que se desarrolló a la sombra de Regime fascista de Roberto Farinacci, sino que nos proporciona una visión lúcida y destinada a clarificar determinados equívocos y malentendidos que se han perpetuado en la cultura popular, especialmente en Italia, en relación a los vínculos que Julius Evola tuvo con el régimen fascista italiano, ubicando en su justo lugar a nuestro autor y el fenómeno histórico del Fascismo y sus vertientes político-ideológicas y culturales. Esta obra es un documento histórico de notable valor para conocer, como ya hemos señalado, las corrientes de pensamiento que concurrían en la Italia de la época, que probablemente rompen con cierta idea monolítica de la cultura oficial en la Italia del Ventennio, y una contribución más a las publicaciones que, desde Hipérbola Janus, hemos realizado a la difusión de la obra del Maestro Romano.